jueves, 10 de abril de 2008

Perdonar para sanar


"Hemos de perdonar a los que creemos que se han portado mal con nosotros, no porque se lo merezcan, sino porque sentimos tanto amor por nosotros mismos que no queremos continuar pagando por esas injusticias."

Dr. Miguel Ruiz, "Los cuatro acuerdos"

Perdonar significa liberar el rencor y dejar atras la ofensa; pero la experiencia se queda y cada experiencia nos enseña algo, nos sirve de algo. No podemos confiar en todo el mundo ciegamente, pero tampoco es necesario desconfiar parejo de todo el mundo.


Perdonar significa olvidar el rencor y el resentimiento que guardamos en nuestro interior y que no nos sirve para nada, solo nos daña a nosotros mismos; perdonar es el poder de liberar esos sentimientos y limpiar nuestra alma para dejar espacio al amor, a la amistad, a la esperanza, a los sueños y a la fe.

Si decidimos que hoy es un nuevo comienzo, dejamos atras esos lastres y emprendemos el camino ligeros de equipaje. Hacemos del camino algo tan agradable y placentero como llegar a la meta.

Las cosas, las personas y las circunstancias solo son "buenos" o "malos" en el momento en que nosotros les asignamos esa clasificación.

Algunas circunstancias pueden ser favorables, en cuyo caso, es bueno aprovecharlas y disfrutar de ellas; otras pueden ser desfavorables, en cuyo caso, nos toca hacer un esfuerzo mayor para mejorarlas o para buscar la manera de que no nos afecten.

En cuanto a la gente, no hay nadie absolutamente malo o absolutamente bueno; todos somos capaces de hacer cosas que ni nos imaginamos, porque tenemos la capacidad de hacerlas. Todo depende de nuestras decisiones, de nuestra actitud, de nuestros principios y de las cosas que realmente queremos.

Yo estoy seguro de que si cada uno de nosotros aprendemos a aceptarnos tal como somos, a querernos a nosotros mismos y valorar nuestras capacidades y nuestro potencial, estariamos tan ocupados en ser felices, en disfrutar de nuestro trabajo y de todas nuestras actividades, que no nos interesaría hacerle daño a ninguna persona.

Nuestra misión en la vida es ser felices el mayor tiempo posible, aprender más cada día y crecer en nuestro interior para ser mejores personas.

¿Te imaginas cuanto podriamos hacer si dejamos el miedo, el odio, el rencor, la envidia, la culpa, el dolor y el sufrimiento a un lado, simplemente porque no nos sirven para nada?

¡Tenemos la capacidad, podemos hacerlo!