lunes, 17 de diciembre de 2012

POR UNA NOCHE BUENA


La noche del 24 de diciembre es noche buena; es buena porque todos nos ponemos en sintonía para celebrar el nacimiento del niño Dios, deseamos para los demás y para nosotros mismos muchas bendiciones y en muchos casos, tenemos la alegría de ver a nuestros seres queridos, que por diferentes circunstancias se encuentran lejos de nosotros. Claro que por la emoción de las visitas, no podemos olvidar a aquellos que están siempre aquí, a nuestro lado.

Porque este es un gran momento para abrir nuestros brazos a todos, para llenar nuestro corazón de amor y hacer limpieza en nuestra alma. Dejemos atrás, en el olvido, los malos entendidos, los desacuerdos, las equivocaciones, los malos momentos.

Recibí la tarjeta de navidad de una buena amiga, desde España, gracias a la magia de internet y el correo electrónico. Me gustó mucho y quiero tomar para esta reflexión, lo que ella llama sus buenos deseos para el 2013. Sus deseos hablan de las cosas que todos necesitamos y que no nos damos cuenta de lo importante que son, hasta que un día nos faltan. Valga pues esta reflexión para hacer conciencia, agradecer lo que la vida y nuestro esfuerzo nos dan; para ser feliz, solamente se necesita cambiar de actitud y ver las cosas con los ojos de un niños, que se sorprende y maravilla por casi todo lo que el mundo le muestra.

Los deseos son:

1.- Alimento para el cuerpo y para el alma.

Por muchas razones, hemos perdido de vista que el objetivo principal de alimentarnos, es que nuestro cuerpo tenga los nutrientes necesarios para mantenerse sano, activo y saludable. No se trata del placer de comer, por el placer mismo. Tiene que haber un equilibrio entre comer rico y mantener nuestro cuerpo sano. Y así como el cuerpo, nuestra mente y nuestra alma (o espíritu), también necesitan alimentarse. Y al igual que con la comida, nos encontramos saturados de información. En esta caso, nos toca ser más selectivos, buscar entre las montañas de datos, aquella información que nos puede ayudar a entender mejor el mundo, la vida, nuestras relaciones. El objetivo es estar en paz contigo mismo, estar bien, sentirte bien, para vivir bien.

2.- Un lugar donde refugiarme.

Estoy de acuerdo, todos necesitamos nuestro propio espacio, ese lugar en donde podemos sentirnos seguros y protegidos, donde podemos descansar y recargar energía para seguir con nuestra vida.

3.- Un trabajo que me ayude a crecer día a día.

El trabajo, además de ser un medio para obtener el dinero que necesitas para cubrir los gastos, también es el medio para desarrollar nuestras capacidades; además de que convives con otras personas, eres parte de un grupo y te da muchas satisfacciones, porque pones tu mejor esfuerzo en hacer las cosas de la mejor manera que puedes… y puedes seguir mejorando.

4.- Que mis hijos sean buenas personas.

Es algo que todos los que tenemos hijos, sobrinos, ahijados, esperamos lograr. Que con nuestras enseñanzas, logremos que también ellos sean buenas personas y personas de bien.

5.- Buenas amistades que me acompañen.

Siempre es bueno poder contar con alguien en quien puedes confiar, con quien puedes compartir muchas cosas y que es importante en tu vida, sin que necesariamente se de tu familia. Hay familiares con los que también tienes una gran amistar y amigos tan entrañables que son como parte de tu familia.

6.- Una familia que sea mi “cuartel general”.

Yo creo que esto se refiere a la familia más cercana, con la que vives el día a día y comentas lo que te va pasando.

7.- Dar y recibir miles de abrazos y de sonrisas.

Esto es lo más sensacional que tienen las tradiciones, que nos damos permiso de sonreír y dar abrazos a diestra y siniestra.

8.- Pasar haciendo el bien.

Para esto, lo fundamental es entender que el amor nace de nuestro propio ser y empieza por amarnos a nosotros mismo; cuando logramos esto, es muy sencillo llenar con nuestros actos de la vida cotidiana con amor.

9.- ¿Para el mundo?, Paz, esperanza y solidaridad.

Esto es tarea de todos y cada uno de nosotros. Es lograr estar en paz con nosotros mismos, darnos cuenta de que todos somos uno y a pesar de que cada uno de nosotros estamos en un empaque individual, nuestro espíritu está hecho de la misma esencia.

10.- ¿Y para ti?, aquello que necesites.

Este deseo me gustó mucho, porque las necesidades de cada persona son diferentes. Aquí, me gusta recordar una frase: “la vida te da lo que necesitas, no lo que quieres”. Nuestros deseos y nuestras necesidades no siempre están en sintonía. Yo pido para cada uno de ustedes, esa luz que se necesita para entender la diferencia y aprender a armonizar nuestra energía en esta búsqueda de la plenitud, de la tranquilidad espiritual y la felicidad, que no es otra cosa que aprender a disfrutar de las cosas que la vida va poniendo a nuestro alcance, aún de las cosas que parecen más sencillas, más simples.

¡Feliz Navidad! ¡muchas bendiciones para todos!

(La autora de los deseos es: Arantza Echaniz Barrondo)